En las elecciones internas realizadas el domingo con el Frente Amplio Progresista obtuvimos 2.122.861 votos, que representa un 10.27%. Con cinco semanas de campaña y de existencia del FAP, lo consideramos un resultado muy positivo.
Y así lo consideró nuestra gente, que festejaba y reafirmaba su compromiso en todas nuestras sedes. Los tweets y los mensajes que nos llegan nos confirman este balance. Pero no debemos ni podemos quedarnos en esta primera mirada.
La gente nos votó para cambiar, porque quiere cambiar y superar lo que existe, y para ello hay que mirar la realidad cara a cara, y sin superficialidad ni conformismo.
Del otro lado tenemos una votación muy elevada de la Presidenta que superó el 50%. Y decimos una votación a la Presidenta porque estamos convencidos que fue un voto con una alta componente personal, de apoyo a Cristina Fernández de Kirchner. Las cosas que uno piensa hay que decirlas.
Nosotros hicimos una campaña claramente opositora al actual modelo y de propuestas en un doble sentido: por un lado elaboramos propuestas, ideas que partían de nuestra experiencia de gestión, de nuestra visión del país, y por otro lado elaboramos un proyecto de cambio político progresista para nacionalizar y democratizar el gobierno. Ambas cosas son inseparables.
El Frente Amplio Progresista es la novedad de esta elección, pero también es una esperanza.
¿Qué tuvimos en esta campaña y que tenemos en la nueva realidad que surge de las elecciones?
Tenemos un Frente Amplio Progresista que no es sólo electoral, que es coherente, que acepta los orígenes diferentes de sus integrantes como partidos y grupos políticos y formaciones de la sociedad civil, que tiene un programa para llevar adelante y que en su primera experiencia nacional y con muy poco tiempo y recursos obtuvo un muy buen resultado. Un resultado alentador y que además nos obliga, es un nuevo compromiso.
Tenemos una elaboración programática seria, en base al trabajo de muchos dirigentes, técnicos, legisladores y organizaciones sociales, que es una excelente base para nuestro trabajo.
Tenemos un conjunto de figuras políticas y sociales importantes, que hoy se conocen mucho más a nivel nacional y local que demostraron capacidad, audacia y compromiso con el proyecto de cambio y con el Frente.
Tenemos la experiencia y los resultados del gobierno de Rosario y de la Provincia de Santa Fe a partir de un frente plural que tiene una larga trayectoria. Y la seguiremos gobernando por otros cuatro años.
Y tuvimos y tenemos coherencia a la hora de hacer alianzas, de asumir compromisos, de recorrer el país para promover un verdadero proyecto progresista. Y esto lo decimos porque a pesar de la gran votación del gobierno, seguimos creyendo que en su conjunto el modelo que se aplica no es progresista.
¿Qué nos faltó? Nos faltó tiempo, para recorrer el país y dialogar en todas las provincias, para ampliar nuestros contactos con la gente, para construir una presencia territorial mucho más sólida en toda la nación.
Nos faltó presencia en los sectores más humildes, que más sufren y están más postergados, allí donde la Argentina que crece hace 8 años no les llega y sin embargo han sido una base muy importante de la votación a favor del gobierno. Todos sabemos que no es una paradoja, es un sistema y para luchar por los derechos de todos, tenemos que estar mucho más presentes en esos territorios geográficos y sociales. No es tarea fácil.
Nos faltó una propuesta mucho más incisiva y central para la Provincia de Buenos Aires y para apoyar desde la campaña nacional a nuestra compañera Margarita Stolbizer y al FAP en esa provincia clave. No es clave sólo electoralmente, sino en la producción, en la seguridad o la inseguridad, en la honestidad, en la educación y la salud.
Y así como tenemos que proseguir y darle continuidad al debate sobre el verdadero progresismo y sus significados, tenemos que continuar el camino que conduce a la honestidad, por la decencia en la política y en la gestión del poder. No debemos acostumbrarnos y resignarnos a la manipulación de la información estadística o a la discrecionalidad en el uso de los recursos públicos.
Por aquello que decía Belgrano: El miedo sólo sirve para perderlo todo.
Y los argentinos que tenemos esta tierra maravillosa y llena de posibilidades no tenemos derecho a no aprovecharlo todo y con justicia para todos.
Afectuosamente